Al asistir a un espectáculo como el que pudimos disfrutar el
pasado 15 de septiembre, se puede constatar hasta que punto el rock es una
cultura musical importante e interesante, con un gran legado en temas y
canciones, que ya forma parte por derecho propio de la historia de la música.
Y de eso se trataba precisamente, de recrear, de recuperar
el legado musical de una banda histórica del rock e intentar rememorar la
figura de su cantante; una de las voces más versátiles, carismáticas y
cautivadoras que el género ha dado.
QUEEN SYMPHONIC RHAPSODY es un evento musical que rinde
tributo al talento y al repertorio del grupo QUEEN y el gran FREDDIE MERCURY y
que consiste en juntar a una orquesta sinfónica, la ONE WORLD SYMPHONIC
ORCHESTRA, compuesta por m24 músicos: violines, violas, violonchelos;
vientos-madera, vientos-metales y percusión sinfónica, mas un coro de cuatro
voces, dos masculinas y dos femeninas; con una rock-band: bajo, batería,
teclados, guitarra y un saxo que aparecía solo en algunos temas y lo mas a
destacar seria que para cubrir el papel del insustituible FREDDIE MERCURY y su
variedad de registros, tonalidades y caracteres artísticos e interpretativos,
se requieren cuatro voces, dos cantantes masculinos de textura roquera,
procedentes del metal: Tomas Nikström (cantante de THERION) y Mats Leven
(cantante de CANDLEMANSS) y dos cantantes femeninas: la afro-americana Michelle
McCain, procedente de la escena soul-blues y la soprano lirica Graciela
Armendáriz, procedente de la escuela clásica.
Como se ve un elenco de estupendos músicos y cantantes entre
los que habría que hacer mención especial al guitarrista Christian Vidal, que
nos dio momentos verdaderamente espectaculares con una energía y virtuosismo
instrumental, que le convertía en el verdadero director musical en escena.
Entre todos ofrecieron una nueva dimensión del
magnifico y largo repertorio de QUEEN,
una veintena de canciones, en las cuales pudimos comprobar la diversidad de
acentos y de colores, que puede tener un repertorio como el de QUEEN y la rica
versatilidad interpretativa que tenia una voz como la del gran FREDDIE MERCURY.
Y es que la orquesta, lejos de sonar impostada y grandilocuente, supo imprimir
con sobriedad, la elegancia y el lirismo que la música de QUEEN entraña,
ayudando a subrayar la dimensión clásica de muchas canciones, al tiempo que la
rock-band supo desplegar la necesaria y eléctrica energía rockera, sintonizando
a la perfección con el trabajo mas académico de los profesores de la Orquesta,
ofreciendo entre todos una interpretación vibrante y emotiva del rico
repertorio.
Son muchos los momentos brillantes y emotivos que pudimos
disfrutar, con la interpretación de canciones tan representativas como “ I want
it all”, “We will rock you”, “We are the champion”,”Friends will be friends”
cantada a dúo entre Tomas y Mats, por destacar uno de los varios duetos y tríos
que harían los cantantes, sin olvidarnos de las siempre eternas “Who want to
live forever”,”Innuendo”,”The show must go on” o la inexcusable “Bohemian rhapsody”.
También hubo momento para la ironía, en la interpretación de
“I want to be free”, cuando los dos cantantes, emulando el video que QUEEN
realizaría, saliendo a escena con útiles de limpieza domestica, con mopas y
plumeros (ya se sabe que la letra de la canción habla del trabajo domestico de
la mujer en casa).
Y un pequeño remanso de serena sencillez escénica, cuando
con la orquesta velada por un telón, sobre el que se proyectaban imágenes
alusivas a la temática de la canción, Christian Vidal aparecía sentado al borde
del escenario, con una guitarra acústica y a su lado la soprano Graciela
Armendáriz, interpretando “Is this the world we created”, secundados a la mitad
del numero por Thomas Vikström, haciendo voces desde uno de los palcos laterales.
Además hay que mencionar que se permitieron la licencia de
interpretar “ Barcelona”, tema que FREDDIE grabara en su día con MONSERRAT
CABALLE y que aquí, fue cantado por Mats Leven y Graciela Armendáriz,
acompañados solo por la orquesta.
Ya para finalizar, una pequeña medley de Rock And Roll,
seguida de “Tie Your Mother Down”, pusieron el broche final a una celebración
musical, en la que el legado de QUEEN cobro nueva dimensión con esta forma de
recrear un repertorio, que siempre será eterno e imperecedero.