Llegamos un mes mas y vamos a continuar con nuestras leyendas, nuestras
prácticas mágicas con las que intentamos analizar de un modo comprensible y al
mismo tiempo ameno, a un pueblo, una raza que durante muchos años dominó gran
parte del continente europeo, y que aún hoy sigue dejando su influencia en
multitud de países: los celtas.
En esta ocasión vamos a hablar de sus calendarios, de su forma de
dividir el año, sus estaciones y de la influencia que los árboles tenían en sus
alfabetos mágicos. Todo ello, como siempre, salpicado con esa música especial,
sinuosa, de una cadencia rítmica con la cual cerrando los ojos podríamos
sentirnos transportados a cualquiera de esos lugares mágicos y maravillosos que
sólo nuestra imaginación conoce.
Así que sin más, acomodaos, cerrad los ojos, sentid la magia de la
música y las palabras y durante la próxima media hora soñad con nosotros.
Lo primero y fundamental que debemos saber del calendario celta es que
dividían el año en cuatro partes principales, cada una de las cuales estaba
precedida por celebraciones religiosas sumamente importantes que conmemoraban
algún dios, algún héroe o alguna leyenda. Estas celebraciones eran acompañadas
por ferias, mercados, juegos, deportes y orgías, así como por ceremonias
religiosas y, en los tiempos antiguos, incluso por sacrificios:
-
1 de febrero, fiesta de
Imbolc u Oilmelg
-
1 de mayo, fiesta de Beltaine
-
1 de agosto, fiesta de
Lughnasa o Luguasad y
-
1 de noviembre, fiesta de
Samhain
1 de febrero, fiesta de Imbolc. En tiempos antiguos estuvo consagrada a
la diosa Brígida, pero posteriormente predominó su aspecto cristiano con Santa
Brígida. El origen del Imbolc se piensa que tiene conexiones pastoriles debido
a sus relaciones con las ovejas lecheras, de hecho Brígida, en su aspecto de
fertilidad era una diosa pastoril. Pero no debemos olvidar que también era una
deidad que abarcaba varios campos, con lo cual es posible imaginar que en esta
festividad se la honraba de muchas maneras.
1 de mayo, fiesta de Beltaine, que lleva el nombre del antiguo dios Beli
(La Muerte). Como todos los festivales tenía que ver con la fertilidad y
ritos mágicos para el crecimiento del ganado y la cosecha. Se encendían fogatas
y el ganado era conducido a través de ellas con fines purificadores. Esta
fiesta de Beltaine todavía se celebra en algunas zonas de las regiones
montañosas de Escocia.
1 de agosto, fiesta de Lughnasa. Esencialmente es una festividad
agraria, más relacionada con la recolección que con la economía pastoril. Como
su nombre indica era la fiesta de Lugh, mientras que en Irlanda, a veces,
estaba relacionada también con el dios Bron Trogain.
Con respecto a esta festividad existen dos historias: por un lado se
cuenta que fue instituida por Lugh en honor a su nodriza Tailtiu que murió un 1
de agosto, y por otro lado se dice que fue creada por Lugh para conmemorar a
sus dos esposas, Nas y Bui.
Según la tradición el Lughnasa duraba un mes, quince días antes y quince
días después del 1 de agosto.
1 de noviembre, fiesta de Samhain. Era el festival que marcaba el
comienzo real del año celta y también el inicio del invierno según los celtas.
Generalmente era considerado el más importante de los cuatro. Aunque su fecha
oficial era el 1 de noviembre,
tradicionalmente se celebraba la víspera, cuando se creía que el velo entre el
mundo que conocemos y vemos y el “otro mundo”, lo sobrenatural, se hacia muy
sutil y podía ser momentáneamente quitado.
En esta fiesta el Dagda se emparejaba ritualmente con Morrigan la diosa
de la guerra. En algunas zonas de Escocia se cortaba la última gavilla de maíz
o de cebada y se la disfrazaba de mujer, conocida como “La Individua”. En algunas colinas de las regiones montañosas las fogatas se
encendían, y en ellas, cada uno de los presentes arrojaba una piedra blanca con
su nombre. Si la piedra no era encontrada cuando el fuego se apagaba era
presagio de ruina o mala suerte para el año siguiente.
Alegóricamente el Samhain significaba el encierro del dios sol (Lugh),
el cuel durante la siguiente estación (el invierno) estaba sometido a los
poderes de las tinieblas.
Además de estas cuatro fiestas más importantes, en el mundo antiguo
había otras festividades públicas menores, todas ellas relacionadas con la
triple diosa (Doncella, Virgen Madre y Anciana), bien en alguno de sus
aspectos, o incluso en los tres.
Los celtas también tenían unos días mágicos. Días que con frecuencia
eran sólo observados por los druidas y los iniciados en la magia. Eran días
relacionados con los Calendarios del Arbol. Los Calendarios del Arbol son de
origen antiquísimo y se calcula que pueden remontarse al año 5.000 a.d.c. Lógicamente esto implica que estaban muy extendidos y que se
pueden encontrar dondequiera que la antigua religión de la diosa haya dejado su
marca. Es fácil que cuando los celtas llegaron a las Islas Británicas trajeran
su propia versión de las antiguas verdades y que con el tiempo se fundieran con
las creencias que existían desde antes, y todas juntas forman el distinguido
aroma del genio mágico de los celtas.
Junto a los Calendarios del Arbol se asocian los Alfabetos Mágicos, que
interpretaban las letras del alfabeto con los árboles. Sin embargo, no llegaron
juntos, por lo menos inmediatamente. Mientras que los Calendarios llegaron a
Bretaña alrededor del tercer milenio a.d.c. el Alfabeto vino con los primeros
celtas, dos mil años más tarde, cuando los árboles recibieron sus
correspondientes nombres en gaélico. Lógicamente el alfabeto se compone de la
letra correspondiente, su nombre celta y el correspondiente árbol sagrado:
B (BETH)……ABEDUL (BOIBEL) G
(GORT)……...YEDRA (GATH) L
(LUI)……….SERBAL (LOTH) P (PETHBOC)....JUNCO (NGOIMAR) N (NION)…….FRESNO (NEIAGADON) R
(RUIS)…….....SAUCO (RUIBEN) F
(FEARN)…..ALISO (FORANN)
Q (QUERT)….…MANZANO (CAILEP)
S (SAILLE…...SAUCE (SALIA) Z (STRAIF)….…ESPINO NEGRO
H (UATH)…...ESPINO BLANCO (UIRIA) A (AILM)……....ABETO BLANCO
(ACAB)
D (DUIR)……ROBLE (DAIBHAITH) O (ONN)……….RETAMA (OSE)
T (TINNE)…..ACEBO (TEILMON) U (UR)…………BREZO (URA)
C (COLL)……AVELLANO (CADI) E (EADHA)…….ALAMO BLANCO
(EBU)
M (MUIN)…...PARRA (MOIRIA) I (IDHO)………..TEJO (JAICHIM)
Por otro lado estaba el calendario celta, un calendario más lunar que
solar. Consistía en trece meses de veintiocho días cada uno, con un día extra
en la mitad del invierno. Como el periodo de la luna no dura exactamente
veintiocho días, cosa de la cual eran conscientes, el día extra significaba que
los meses del calendario están en fase con la luna nueva sólo una vez cada
veintiún años, lo que se conoce como Gran Año Lunar. El último Gran Año ha sido
en 1.993, y por tanto el próximo será en el año 2.014.
Su año estaba dividido en cinco periodos (estaciones) de setenta y dos
días cada uno, con cinco días extras “oscuros”, e interrumpidos por nueve Días
Grandes, cada uno de los cuales se celebraba con un festival de una semana de
duración. El año nuevo comenzaba, como decíamos antes, en noviembre, en el
solsticio de invierno, mientras que los años bisiestos se intercalaban
haciéndolos caer en primavera o como sexto día extra “oscuro”.
Los meses y los días eran designados según los árboles propios de la
época del año, y cada uno de ellos tenía un significado místico que estaba
simbolizado por un color, una piedra, un atributo y un número:
-
Mes BETH (comienzo 24-Dic.).
Su significado místico era Deidad Absoluta, su color el blanco, su piedra el
cristal, su árbol el abedul, su atributo el comienzo y su número el 1.
-
Mes LUIS (comienzo 21-Ene.). Su
significado místico era Fuego Sagrado, su color el verde, su piedra la
turmalina, su árbol el serval, su atributo el apresuramiento y su número el 6.
-
Mes NION (comienzo 18-Feb.).
Su significado místico era El Mar, su color el turquesa, su piedra la
aguamarina, su árbol el fresno, su atributo la potencia naval y su número el 7.
-
Mes FEARN (comienzo 18-Mar.).
Su significado místico era Voluntad Divina, su color el púrpura, su piedra el
granate, su árbol el aliso, su atributo el fuego y su número el 12.
-
Mes SAILLE (comienzo
15-Abr.). Su significado místico era La Luna, su color el
plata, su piedra la ortosa, su árbol el sauce, su atributo el encantamiento y
su número el 9.
-
Mes UATH (comienzo 13-May.).
Su significado místico era Caos, su color el azul oscuro, su piedra el
lapislázuli, su árbol el espino blanco, su atributo la purificación y su número
el 13.
-
Mes DUIR (comienzo 10-Jun.).
Su significado místico era Rey Dual, su color el oro, su piedra el diamante, su
árbol el roble, su atributo la resistencia y su número el 2.
-
Mes TINNE (comienzo 8-Jul.).
Su significado místico era Humanidad, su color el rojo, su piedra el rubí, su
árbol el acebo, su atributo era la sangre y su número el 5.
-
Mes COLL (comienzo 5-Ago.).
Su significado místico era Mente, su color el naranja, su piedra el topacio, su
árbol el avellano, su atributo la sabiduría y su número el 8.
-
Mes MUIN (comienzo 2-Sep.).
Su significado místico era Tierra, su color el oro, su piedra la amatista, su
árbol la parra, su atributo la alegría y su número el 10.
-
Mes GORT (comienzo 30-Sep.).
Su significado místico era Espíritu, su color el amatista, su piedra el ópalo,
su árbol la yedra, su atributo la resurrección y su número el 11.
-
Mes PETHBOC (comienzo
28-Oct.). Su significado místico era Sol Doble, su color el azul, su piedra el
zafiro, su árbol el junco, su atributo la realeza y su número el 4.
-
Mes RUIS (comienzo 25-Nov.).
Su significado místico era Reina Trina, su color el negro o verde oscuro, su
piedra el olivino, su árbol el saúco, su atributo lo inevitable y su número el
3.
Como decíamos antes, el año celta se dividía en cinco estaciones de
setenta y dos días cada una, más una estación de cinco días extras “oscuros”.
Unas estaciones que se asemejan más a lo que tenemos ahora, desde un punto de
vista real, que no a las cuatro estaciones que todos conocemos. Veamos:
-
La que empieza el 24 de
diciembre. Cuando la naturaleza duerme o echa las yemas. Es tiempo de descansar
y de cerrar los capullos.
-
La que empieza el 6 de marzo.
Es la primavera o el florecimiento. Es tiempo de despertar y dar fruto.
-
La que empieza el 17 de mayo.
La naturaleza se asienta o madura. Es tiempo de fructificar o culminar.
-
La que empieza el 28 de
julio. La cosecha o recolección. Es tiempo de cosechar el premio a la buena
recolección.
-
La que empieza el 8 de
octubre. La caída o el marchitamiento. Es tiempo de terminar y ajustar cuentas.
-
La que empieza el 19 de
diciembre. Invierno o tristeza. Es la muerte del año, cuando el tiempo se
estanca ( son los cinco días extras “oscuros”).
Como vemos mucho más ajustados a lo que realmente ocurre en la
actualidad, pues no se habla ni de frío ni de calor, sino de conceptas más
relacionados con las labores propias de la agricultura.
Además de estas cinco estaciones, o seis según se mire, hablábamos
también de los nueve Días Grandes. Veamos cuales eran esos nueve días: el
solsticio de invierno, que era el día extra del calendario (recordemos trece
meses de veintiocho días más un día extra en la mitad del invierno), realmente
no se consideraba como fiesta, y en su lugar se celebraban el día anterior y el
siguiente, siendo por tanto cinco en total los días de comienzo y final de
trimestre. Esos cinco días tradicionalmente se asignaban a los cinco sonidos
vocales del Alfabeto del Arbol (A-Ailm; O-Onn; U-Ur; E-Eadha; I-Idho). Por otro
lado estaban las cuatro fiestas tradicionales de las que hablábamos al
principio (IMBOLC el 1 de febrero, BELTAINE el 1 de mayo, LUGHNASA el 1 de
agosto y SAMHAIN el 1 de noviembre), también llamados “días transversales”.
Pues bien todos juntos forman los nueve Días Grandes.
Y por último, sólo nos queda por hablar del último día del año, cuando
el Rey de las Tinieblas había muerto y el Rey de la Luz todavía no había nacido. Dicho día estaba consagrado a la Reina de las Tinieblas en su aspecto más destructivo. Un día tan
sagrado para los antiguos celtas, y sin embargo muy poco se sabe de sus
rituales propios. El día jamás era mencionado en voz alta y en público, y su
árbol sagrado nunca fue mandado pintar, pero se sospecha que era el muérdago,
el árbol preferido por los druidas y el emblema de la vida a través de la
muerte. Un árbol del cual creían que cortado y tomado como bebida hacía
fecundar a los animales estériles y que era el antídoto para todos los venenos,
siendo conocido por un nombre que significaba “que lo cura todo”.
En ese día “sin nombre” creían que el universo iba a dejar de ser si
ellos no aplacaban a la Reina de las
Tinieblas, a través del ayuno y la mortificación, de esa manera intentaban
persuadirla para que volviera a comenzar el año.
Como vemos todo lo contrario a lo que ocurre en la actualidad, en la
cual se despierta en nosotros un efecto consumista que nos lleva, precisamente
en ese último día del año a cualquier cosa menos ayuno y mortificación, y sin
embargo comienza siempre un nuevo año. Tal vez sean supersticiones, o quizás
algún día la
Reina de las Tinieblas despierte
del sueño en que se halla sumida y acabe con el universo.
Llegamos así al final de un nuevo viaje a través de la magia y la
leyenda, una travesía de la imaginación por un mundo de ensueño. Un mundo que
aún siendo muy antiguo y lejano, quizás todavía, en algún recóndito lugar, siga
siendo el modo de vida de muchas personas. Tal vez más cerca de lo que podamos
creer.
Que la aura mágica de los celtas os mantenga siempre protegidos hasta
nuestro próximo encuentro.
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