FABRICANDO
SUEÑOS
Querer es
poder. Una frase que vendría como anillo al dedo a los componentes de Deniro,
porque desde que comenzaron su andadura, han demostrado, con pasos firmes, que
todo cuanto se proponen, pese a los obstáculos que encuentran en su camino, lo
consiguen. Dos discos en el mercado y uno nuevo a la vuelta del verano son la
mejor prueba de nuestras palabras. Y el pasado 31 de mayo volvieron a dar otro
paso más persiguiendo sus sueños.
Siroco se vistió de gala para la ocasión,
una ocasión importante para Deniro, ya que presentaban a su nuevo vocalista,
Dave Gómez, y podemos asegurar que superó la prueba con nota. Plenamente
integrado en la filosofía de la banda, con grandes momentos de complicidad,
Dave consiguió impregnar la actuación de una intensidad difícil de describir. Y
eso que la tarea era arriesgada, porque Deniro se “atrevió” a presentar en
directo todos los temas que formaran parte de su nuevo trabajo “El sueño que
arde”, sin que casi nadie los hubiéramos escuchado todavía. Y sinceramente los temas
nuevos encajan como un guante con los más antiguos. Clásicos de la banda como
"Secta“, “Arde”, “Una pregunta indiscreta”, “Eres única” o “Soy música” se
acoplan a la perfección con “Cruce de caminos”, “Entre tú y yo”, “Esta no es tu
piel”, “El luchador” o la que da título al disco. Son auténticos trallazos que
en directo, como pudimos comprobar, se convierten en verdaderos diamantes
pulidos a la perfección. Además el sonido de la sala, fantástico, y el calor
del numeroso público asistente, que coreaba los temas sin parar, acompañaron
magistralmente una noche y un concierto inolvidable.
Hablar del
resto de la formación es hablar de la enorme compenetración de todos y cada uno
de ellos, desde la gran sincronía de las guitarras de Nano y Alberto, la sobriedad
pero eficaz aportación de Oscar con la batería hasta la habilidad de Frank Ivan
con su bajo de cinco cuerdas y, para esa noche sus maravillosas “gafas”, tal
vez para verlo todo mejor. Se nota que ahí hay muchas, muchas horas de ensayo.
Y eso al final se agradece, porque un concierto de rock debe ser un espectáculo
difícil de olvidar, y los conciertos de Deniro son verdaderos espectáculos que
permanecen durante mucho tiempo en tus retinas y en tus
oídos.
Deniro comenzaron su personal camino
persiguiendo un sueño y ahora, con el paso del tiempo, fabrican sueños en forma
de canciones. Canciones que consiguen transportarnos y hacernos soñar durante
cada una de sus actuaciones.
Gracias Deniro por seguir fabricando sueños.
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