Hacer buena música es una conjunción de
factores: poseer cualidades artísticas, sentir pasión por lo que haces y tener
un “algo” especial para conseguir ser admirado y respetado tras muchos años de
trayectoria. Esa combinación de elementos te puede llevar muy lejos, y sólo
unos pocos afortunados los tienen. Por ese motivo, cuando tienes la suerte de
poder disfrutar en directo de uno de esos pocos privilegiados que reúne todas
esas cualidades, solo puedes hacer una cosa, abrir bien los ojos y los oídos para
no perderte absolutamente nada.
Y el pasado 10 de octubre en la sala Arena,
tuvimos la fortuna de poder presenciar algo así. Un artista que con una extensa
carrera a sus espaldas todavía consigue sorprenderte con su gran voz y su
personalidad sobre el escenario, y demostrando además que sigue teniendo una
pasión como en sus inicios. Glenn Hughes volvía a Madrid y Malas Compañías no podíamos
faltar a la cita. Además, para la ocasión venía acompañado de Jared James
Nichols , un joven guitarrista norteamericano que nos presentaba su primer
disco.
Una noche tras la cual recordamos esa
pregunta que nos hacían cuando éramos pequeños: “¿Tu qué quieres ser de
mayor?”, y nosotros el pasado sábado 10 de octubre lo tuvimos claro, de mayores
queremos ser Glenn Hughes.
Todo comenzó a eso de las 8 de la noche con
la aparición en escena de Jared James Nichols, del cual teníamos alguna
referencia, pero que no conocíamos en profundidad, y sinceramente su actuación
nos dejó gratamente impresionados. Durante 45 minutos este veinteañero,
originario de Wisconsin, nos ofreció un show repleto de blues-rock, con grandes
canciones y unas enormes dosis de energía. Acompañado de Erik Sandin al bajo y
Dennis Holm a la batería, el trio repaso los temas que componen su único LP
hasta la fecha “Old Glory & The Wild Revival” (aparte tiene dos EP’s),
publicado este año y que reúne un puñado de temas que destilan la esencia más
pura de Stevie Ray Vaughan y Johnny Winter fusionada con destellos del rock más
salvaje al estilo de Ted Nugent. Una mezcla explosiva que provoca unos
resultados difíciles de describir con palabras. Simplemente hay que verlo.
Con una puesta en escena sencilla, pero
efectiva, Jared James Nichols demostró su gran habilidad con las seis cuerdas
(de hecho en su país ha ganado diferentes premios), tocando sin púa y golpeando
su guitarra de forma contundente para conseguir sacar acordes y ritmos
increíbles, acompañado siempre de manera concisa y eficaz por el resto de la
banda, logrando animar al respetable de manera considerable. Sin lugar a dudas
un aperitivo suculento para lo que iba a venir después.
Y tras unos minutos para preparar el
escenario, a las 9 en punto llego el plato fuerte. Glenn Hughes, en formato
power-trio, apareció en escena y ya desde el primer momento nos dejó bien claro
cuáles eran sus intenciones: hacernos vibrar y recordarnos que cuando le
bautizaron como “la voz del rock” no se equivocaron en absoluto. Con 63 años
sigue estando en plena forma, y no exageramos si decimos que como los buenos
vinos con los años cada vez lo hace mejor. Tal vez hay quien opine que ya no es
lo que era, y probablemente estén en lo cierto, obviamente ya no canta igual
que hace 30 años, pero la sensación que provoca es que con el paso del tiempo
ha sabido adaptar sus registros vocales a su edad, logrando todavía alcanzar
esos agudos imposibles que nos pusieron los pelos de punta. Es y seguirá siendo
por muchos años “la voz del rock”.
A lo largo de dos horas de concierto Mr. Hughes
fue encadenando temas de su ya extensa trayectoria y discografía, recuperando
canciones de antiguas etapas como Trapeze o Hughes & Thrall, sin olvidarse,
como no, de Deep Purple que iba alternando con sus momentos más recientes,
tanto en solitario como con ese fantástico proyecto llamado Black Country
Communion. Dos horas de auténtico rock and roll salpicado de grandes dosis de
blues-rock, funk o soul que tuvieron puntos álgidos como cuando recordó a su
gran amigo Ronnie James Dio, con comentarios que sirvieron para presentar al
guitarrista que le acompañaba esa noche, ni más ni menos que Doug Aldrich
(ex-Dio y ex-Whitesnake, entre otros), tras lo cual se marcaron una magnifica
versión de la serpiente blanca, “Good To Be Bad”.
Otro gran momento de la noche llegó con la
interpretación de “Mistreated”, en la cual Glenn Hughes nos ofreció una
fantástica demostración de su gran estado vocal con unas filigranas sonoras que
pasaban de agudos a graves con una facilidad asombrosa, dejándonos a todos con
la boca abierta. Sencillamente impresionante. Y con más de una hora ya de
concierto.
Importante también destacar la aportación a
las baquetas de un desconocido Pontus Engborg, que a pesar de encontrarse
semiescondido entre las columnas de sonido demostró sus amplias cualidades en
un soberbio y contundente solo que se marcó para deleite del público que allí
nos encontrábamos.
En definitiva, un conciertazo en toda regla
que estuvo completamente arropado por un sonido casi perfecto y una sala que
estaba a rebosar, repleta de viejos rockeros que disfrutamos al 100% de la
música que Glenn Hughes y compañía nos ofrecieron. Todo un lujo para nuestros
oídos.
En resumen, una noche memorable de rock and
roll con dos tríos poderosos, por un lado la juventud y frescura de Jared James
Nichols, un artista al que hay que seguir de cerca, y por otro lado la
veteranía y la experiencia de Glenn Hughes, un músico de los pies a la cabeza,
que todavía, tras más de 30 años de carrera musical sigue teniendo eso que
decíamos al principio, grandes cualidades artísticas, una enorme pasión y
entrega por su música y por supuesto ese “algo” especial que te hace casi
único. Lo volvemos a repetir, de mayores queremos ser Glenn Hughes.
Glenn Hughes: Bass and vocals
Doug Aldrich: Guitar
Pontus Engborg: Drums
SETLIST GLENN HUGHES
Stormbringer
Orion
Way Back to the Bone
First Step of Love
Touch My Life
Sail Away
Good to Be Bad
Doug Aldrich solo
Mistreated
Can’t Stop the Flood
Pontus Engborg solo
One Last Soul
Soul Mover
Bis
Black Country Communion
Burn
1 comentario:
Pues es sencillo, no entres mas..en cualquier caso gracias por tu critica constructiva y perfectamente argumentada, te rogaria eso si que en la otra ocasion en este o cualquier blog no lo hagas bajo el anonimato no queda ni elegante ni valiente, gracias por el tiempo dedicado a este o cualquier otro trabajo altruista dedicado a la difusion del rock como cultura que es y se merece....
Un saludo
MALAS COMPAÑIAS, chamy y rafa
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