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domingo, febrero 10, 2013

ULTIMA EXPERIENCIA










Este 'power trio' empezó hace casi diez años como 'The Last Experience' un grupo de versiones de sus ídolos, Hendrix, Stones o The Who, en el que coincidieron Miguel Ángel y José Alberto, mientras estudiaban sus diferentes carreras, como futuros periodista y aparejador. Carlos, músico profesional, se incorporó hace dos años a la silla de la batería cerrando la formación actual. Desde sus inicios han tocado en todos los garitos posibles de Madrid y se han recorrido la geografía española de Galicia a Cádiz, pero un buen día decidieron echarse la manta a la cabeza y sacar un disco que resumiese su amplia trayectoria. Puestos a hacerlo, decidieron hacerlo por todo lo alto, contrataron a Juan de Dios Martín, productor de Amaral o Deluxe, y cuidaron hasta el más mínimo detalle de su acabado, Como dice Miguel, con algo de ironía, "a los que queríamos convencer primero era a nosotros mismos. Entonces, hemos hecho algo que, si al final no sale, podamos mirar con cariño dentro de diez o veinte años y decir, mira yo hice esto"

Se nota en el acabado, en el sonido, en la portada, en el hecho de que hayan incluido las letras, 'La casa de la bruja' está hecha con cariño y mimo, aunque para ello hayan tenido que dejarse en todo el proyecto más de diez mil euros. Cuando hay tanto amor por algo y, porque no decirlo, talento, los resultados tienen que aparecer o, por lo menos, esa es su apuesta.

Ellos transmiten entusiasmo por su trabajo pero son realistas, "actualmente los músicos tienen que compaginar proyecto, si te quieres dedicar a esto de la música y comer no te queda otra. Hay que pluriemplearse". Así Miguel y Carlos comparten un proyecto de blues espectacular llamado Mike Blues Project, además de que los tres son Los Insolventes, la banda de el Gran Wyoming. Sin embargo, nunca olvidan que Última Experiencia es su primera opción, el grupo en el que creen.

Tienen claro que recuperar la inversión sólo con las ventas del disco es bastante difícil pero saben que es la carta de presentación para hacerles un nombre que les lleve a tocar en Festivales y escenarios cada vez mayores, pero como apuntan "en Última experiencia sólo vendemos verdades".

La situación actual les preocupa, como dice Jose :"Se menosprecia todo. Si no tiene valor la música, si la gente joven no valora un disco, ¿qué valor tiene el que lo hace". Pero no por ello dejan de intentarlo, lo suyo no es impostura sino amor a la profesión. Dejaron de soñar con hacerse ricos de la música hace algún tiempo pero no descartan poder vivir de ella decentemente. Su apuesta es clara,  y no han dudado en autofinanciarse para perseguir su sueño.