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sábado, noviembre 28, 2015

AÑO 1982 EN USA 9 junio 2015

El año 82 americano, un penúltimo acto. En un ambiente internacional cada vez más enrarecido por la pugna entre los dos grandes bloques, la muerte de LEONIDAS BREZNIEV permitió el ascenso de ANDROPOV, antiguo jefe de la KGB, a la cúspide del poder soviético, mientras REAGAN seguía atizando el fuego de la amenaza nuclear. El panorama se ensombrecía aun más al estallar el conflicto de las MALVINAS: a la ocupación del archipiélago por parte de ARGENTINA en una vana demostración de poder destinada a enmascarar la vergonzosa situación interna de un país sometido al horror de una dictadura militar. GRAN BRETAÑA respondió enviando una armada para reconquistarlo, lo que consiguió a costa de cientos de vidas y pérdidas de millones de dólares por ambas partes. Pero los horrores del año no habían llegado a su fin: tras ocupar el LÍBANO, ISRAEL propició las matanzas de palestinos en los campos de refugiados de SABRA y CHATILA. Y como cierre del año, una curiosa paradoja: el  petróleo, que a finales de 1973 había provocado el inicio de la crisis mundial, experimentaba en 1982 un abaratamiento forzoso. Pero los tiempos seguían sin ser fáciles. Si los países árabes retiraban sus fondos de los bancos occidentales, se produciría el crack…
Una vez más, ¿quién ponía música a esta historia?

TRACKLIST....

AC/DC - FOR THOSE ABOUT TO ROCK
SURVIVOR - EYE OF THE TIGER
ASIA - HEAT OF THE MOMENT
DEF LEPPARD - LET IT GO
JOURNEY - DON’T STOP BELIEVIN’
STEVIE NICKS - EDGE OF SEVENTEEN
FOREIGNER - URGENT
JUDAS PRIEST - LIVING AFTER MIDNIGHT
TOTO - ROSANNA
BRUCE SPRINGSTEEN - REASON TO BELIEVE





JARED JAMES NICHOLS + GLENN HUGHES Sala Arena Sábado 10 Octubre 2015



        
   
   Hacer buena música es una conjunción de factores: poseer cualidades artísticas, sentir pasión por lo que haces y tener un “algo” especial para conseguir ser admirado y respetado tras muchos años de trayectoria. Esa combinación de elementos te puede llevar muy lejos, y sólo unos pocos afortunados los tienen. Por ese motivo, cuando tienes la suerte de poder disfrutar en directo de uno de esos pocos privilegiados que reúne todas esas cualidades, solo puedes hacer una cosa, abrir bien los ojos y los oídos para no perderte absolutamente nada.
   Y el pasado 10 de octubre en la sala Arena, tuvimos la fortuna de poder presenciar algo así. Un artista que con una extensa carrera a sus espaldas todavía consigue sorprenderte con su gran voz y su personalidad sobre el escenario, y demostrando además que sigue teniendo una pasión como en sus inicios. Glenn Hughes volvía a Madrid y Malas Compañías no podíamos faltar a la cita. Además, para la ocasión venía acompañado de Jared James Nichols , un joven guitarrista norteamericano que nos presentaba su primer disco.
   Una noche tras la cual recordamos esa pregunta que nos hacían cuando éramos pequeños: “¿Tu qué quieres ser de mayor?”, y nosotros el pasado sábado 10 de octubre lo tuvimos claro, de mayores queremos ser Glenn Hughes.



   Todo comenzó a eso de las 8 de la noche con la aparición en escena de Jared James Nichols, del cual teníamos alguna referencia, pero que no conocíamos en profundidad, y sinceramente su actuación nos dejó gratamente impresionados. Durante 45 minutos este veinteañero, originario de Wisconsin, nos ofreció un show repleto de blues-rock, con grandes canciones y unas enormes dosis de energía. Acompañado de Erik Sandin al bajo y Dennis Holm a la batería, el trio repaso los temas que componen su único LP hasta la fecha “Old Glory & The Wild Revival” (aparte tiene dos EP’s), publicado este año y que reúne un puñado de temas que destilan la esencia más pura de Stevie Ray Vaughan y Johnny Winter fusionada con destellos del rock más salvaje al estilo de Ted Nugent. Una mezcla explosiva que provoca unos resultados difíciles de describir con palabras. Simplemente hay que verlo.
   




Con una puesta en escena sencilla, pero efectiva, Jared James Nichols demostró su gran habilidad con las seis cuerdas (de hecho en su país ha ganado diferentes premios), tocando sin púa y golpeando su guitarra de forma contundente para conseguir sacar acordes y ritmos increíbles, acompañado siempre de manera concisa y eficaz por el resto de la banda, logrando animar al respetable de manera considerable. Sin lugar a dudas un aperitivo suculento para lo que iba a venir después.
   Y tras unos minutos para preparar el escenario, a las 9 en punto llego el plato fuerte. Glenn Hughes, en formato power-trio, apareció en escena y ya desde el primer momento nos dejó bien claro cuáles eran sus intenciones: hacernos vibrar y recordarnos que cuando le bautizaron como “la voz del rock” no se equivocaron en absoluto. Con 63 años sigue estando en plena forma, y no exageramos si decimos que como los buenos vinos con los años cada vez lo hace mejor. Tal vez hay quien opine que ya no es lo que era, y probablemente estén en lo cierto, obviamente ya no canta igual que hace 30 años, pero la sensación que provoca es que con el paso del tiempo ha sabido adaptar sus registros vocales a su edad, logrando todavía alcanzar esos agudos imposibles que nos pusieron los pelos de punta. Es y seguirá siendo por muchos años “la voz del rock”.
   



A lo largo de dos horas de concierto Mr. Hughes fue encadenando temas de su ya extensa trayectoria y discografía, recuperando canciones de antiguas etapas como Trapeze o Hughes & Thrall, sin olvidarse, como no, de Deep Purple que iba alternando con sus momentos más recientes, tanto en solitario como con ese fantástico proyecto llamado Black Country Communion. Dos horas de auténtico rock and roll salpicado de grandes dosis de blues-rock, funk o soul que tuvieron puntos álgidos como cuando recordó a su gran amigo Ronnie James Dio, con comentarios que sirvieron para presentar al guitarrista que le acompañaba esa noche, ni más ni menos que Doug Aldrich (ex-Dio y ex-Whitesnake, entre otros), tras lo cual se marcaron una magnifica versión de la serpiente blanca, “Good To Be Bad”.
   Otro gran momento de la noche llegó con la interpretación de “Mistreated”, en la cual Glenn Hughes nos ofreció una fantástica demostración de su gran estado vocal con unas filigranas sonoras que pasaban de agudos a graves con una facilidad asombrosa, dejándonos a todos con la boca abierta. Sencillamente impresionante. Y con más de una hora ya de concierto.
   


Importante también destacar la aportación a las baquetas de un desconocido Pontus Engborg, que a pesar de encontrarse semiescondido entre las columnas de sonido demostró sus amplias cualidades en un soberbio y contundente solo que se marcó para deleite del público que allí nos encontrábamos.
   En definitiva, un conciertazo en toda regla que estuvo completamente arropado por un sonido casi perfecto y una sala que estaba a rebosar, repleta de viejos rockeros que disfrutamos al 100% de la música que Glenn Hughes y compañía nos ofrecieron. Todo un lujo para nuestros oídos.
   En resumen, una noche memorable de rock and roll con dos tríos poderosos, por un lado la juventud y frescura de Jared James Nichols, un artista al que hay que seguir de cerca, y por otro lado la veteranía y la experiencia de Glenn Hughes, un músico de los pies a la cabeza, que todavía, tras más de 30 años de carrera musical sigue teniendo eso que decíamos al principio, grandes cualidades artísticas, una enorme pasión y entrega por su música y por supuesto ese “algo” especial que te hace casi único. Lo volvemos a repetir, de mayores queremos ser Glenn Hughes.




Glenn Hughes: Bass and vocals
Doug Aldrich: Guitar
Pontus Engborg: Drums




SETLIST GLENN HUGHES

Stormbringer
Orion
Way Back to the Bone
First Step of Love
Touch My Life
Sail Away
Good to Be Bad
Doug Aldrich solo
Mistreated
Can’t Stop the Flood
Pontus Engborg solo
One Last Soul
Soul Mover

Bis

Black Country Communion
Burn