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viernes, junio 28, 2013

DEVIN TOWNSEND “EPICLOUD” (2012)









 


   La primera sensación que te asalta al escuchar “Epicloud”, de Devin Townsend, es la de que no hay palabras para describir la loca genialidad de este músico; que éstas, las palabras, se quedan cortas para intentar describir su obra, que no hay definición que abarque el lenguaje musical y sonoro que nos propone; un lenguaje musical obsesivo e hipnótico, que te abduce y te transporta a una nueva dimensión sónica para el metal del siglo veintiuno.
   Y es que en una primera escucha te puedes quedar positivamente perplejo, casi sin argumentos para analizarlo, pero eso es lo más asombroso e interesante y, por que no, fascinante  y a la vez  desafiante.
   Devin Townsend ha vuelto a subir un peldaño en su arriesgada e iconoclasta propuesta, en este su 5º álbum como Devin Townsend Project, distinto a sus cuatro discos precedentes ( la tetralogía formada por “KI”, “Addicted”, “Ghost” y “Deconstruction”) es más arriesgado en el plano sonoro: variado, versátil, contundente e inclasificable, una obra que no puede dejar indiferente: Metal de vanguardia, con pinceladas de loco e inquietante lirismo visionario.
   Se puede decir que “Epicloud” es una síntesis avanzada de la citada tetralogía, pues se aprecian elementos de ésta, leves reminiscencias, que lo convierten en una especie de brillante epílogo sonoro de las cuatro obras anteriores.
   Hay que hacer especial mención a la brillante colaboración de la cantante Anneke Van Giersbergen, cuya voz eleva el metal a cotas celestiales, y en lo que respecta a las canciones que componen este “Epicloud”, todas con su personalidad y calidad musical, podríamos destacar temas como “Lucky Animals”, “Liberation”, una especie de rock & roll corrosivo y abrasivo en la onda Heavy Metal ochentero, “Save Our Now” , o la trepidante relectura de “Kingdom”, tema recuperado del álbum “Physicist” del año 2000; así como la fuerza expresiva de “Grace”, sin olvidarnos de “More” o el final de atmosférica contundencia de “Angel”, que concluye con un reprise del tema inicial “Effervescent!”, con esos coros casi góspel, formando así una obra de carácter cíclico y circular, en un eterno retorno musical del carácter visionario y genial del lenguaje sonoro de este genio del metal del futuro.