Muchas veces, cuando acudimos a los conciertos, nos
preguntamos cuáles serán las sensaciones que sienten los músicos al subirse al
escenario. Que pasa por sus cabezas y corazones cuando desde ahí arriba ven a
su público corear y disfrutar con sus canciones. Y realmente, como ellos mismos
nos han confesado en más de una ocasión, es algo difícil de explicar.
Seguramente tendríamos que subirnos a un escenario para poder entenderlo. Sin
embargo cuando estás realizando tu última gira como banda y sabes que estás
ofreciendo tu último concierto en esa ciudad, suponemos que los sentimientos
deben ser totalmente diferentes. Y algo así fue lo que vivimos el pasado 7 de
octubre en la Joy Eslava, cuando pudimos ver el último concierto de Estirpe en
Madrid.
Como seguramente ya sabréis, los cordobeses Estirpe, tras
más de veinte años de trayectoria, han anunciado un parón indefinido para poder
desconectar, descansar y reactivarse en un futuro. Y precisamente ese día
ofrecían su concierto en Madrid para poder despedirse de la mejor manera de sus
seguidores. Y el escenario elegido, Joy Eslava, un antiguo teatro seguramente
era el lugar idóneo para poder presenciar toda la esencia y escenografía que
Estirpe imprime en sus actuaciones. Y el resultado no nos defraudó en absoluto.
Ya desde el comienzo con esa intro con el video del tema “Humanidad” que recoge el discurso del gran Charles Chaplin en su magistral película “El gran dictador” y que enlazaba, ya con la banda sobre el escenario, con “En el nombre de quien” sabíamos que este concierto iba a ser sumamente especial, no sólo por lo que representaba para la banda, sino también para lo que suponía para sus numerosos seguidores que esa noche abarrotaban la sala demostrando una vez más que si algo caracteriza a Estirpe es que tiene unos seguidores fieles que durante todo este tiempo han estado junto a ellos.
A lo largo de casi dos horas pudimos disfrutar de un
concierto que recogió lo mejor de la discografía de Estirpe. Como no
presentaban ningún disco se pudieron permitir el lujo de ofrecernos lo mejor de
sí mismos, con una colección de canciones que representaban sus temas más emblemáticos
y representativos. “Me equivoqué”, “Como ayer”, “Encender otro ángel”, “En tus
ojos”, “Vértigo”, Llámalo perdón”, “Servidor”, “Magnético” , “Te seguiré” o “El
color de mi voz”, por citar algunas, fueron cayendo esa noche para deleite de
sus más fieles. Se centraron básicamente en cuatro discos “Ciencia” (2002),
“Inventarse el mundo” (2005), “Buenos días voluntad” (2009) y “Neurasia”
(2013), probablemente los discos que mejor representan el universo musical de
la banda, un universo plagado de sonoridades difíciles de clasificar que ellos
fusionan con una facilidad y un resultado increíble. Porque si algo define
mejor a Estirpe es la variedad de estilos y sonidos que unen y combinan en sus
canciones convirtiéndoles en una formación atípica y casi única, que
especialmente en sus directos es donde mejor plasman todo su potencial
Y justamente por
eso el concierto resultó una impresionante comunión entre banda y público, una
unión de sentimientos recíprocos que iban en una y otra dirección generando que
desde el principio todos los allí presentes nos sintiéramos como parte de algo
único y difícil de repetir, sabiendo además que era la última vez.
Es importante
destacar el trabajo de la banda, con sus cuatro componentes involucrados al
máximo. Impresionante labor la de Paco Records Jr. y Miguel Fuentes al bajo y
batería, respectivamente, manteniendo en todo momento el peso fundamental en
los temas. Lujazo de nivel poder comprobar en directo la técnica y la maestría
de Loren Gómez a las seis cuerdas y, como no, la magia de Mart que con su voz y
su presencia llena el escenario. Cuatro musicazos a los que vamos a echar de
menos.
También hay que resaltar a los dos invitados que
compartieron la noche y el escenario con los cordobeses, por un lado Dave Lerman
al saxo (quien ha sido parte fundamental en el último disco de la banda “Jam
Fuzzion Klan”) y por otro Javier Ramos a los teclados. Ambos complementaron
eficazmente los temas en los que participaron consiguiendo aumentar aún más, si
era posible, las maravillosas sensaciones que vivimos.
En definitiva,
Estirpe nos ofrecieron un último e inolvidable concierto. Tal vez no volvamos a
verlos en directo nunca más, pero lo que nadie nunca podrá quitarnos son esos
momentos mágicos que la formación nos ha ofrecido en todos estos años, y lo más
importante, su música, eterna, siempre formará parte de nuestras vidas.
ESTIRPE:
Manuel Angel Mart - Voz
Loren Gomez - Guitarra
Miguel Fuentes - Bateria
Paco Records Jr - Bajo
Dave Lerman - Saxo
Javier Ramos - Teclados