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miércoles, julio 17, 2013

MUGGA “POLAR” (2013)










Los madrileños Mugga nos ofrecen una nueva experiencia sonora, con su personal estilo, plasmado en lo que es su primera obra discográfica de larga duración, ya que con anterioridad habían publicado un EP en 2011.
   Ahora, dos años después, lanzan “Polar”, una síntesis creativa e imaginativa de las inquietudes musicales de sus cinco componentes; un disco en el que ya desde los primeros compases nos damos cuenta de que estamos ante una banda con un sonido muy trabajado, a la vez que particular, un estilo propio que evoca ingredientes y reminiscencias de los mejores géneros de todo momento; creadores de texturas y atmósferas a través de la tímbrica de la instrumentación, de los cambios de ritmo y temperamento, haciendo que el cambio de un tema a otro, siendo éstos bastante diferentes entre sí, resulte fluido, temas de diferente hechura, carácter y estilo conforman un variado repertorio que combina elementos funk (los más destacados) con patrones del rock clásico de los 60 y 70, ecos de la psicodelia y desarrollos progresivos, frescas melodías y una pizca de música experimental, todo ello con una actitud sonora e instrumental bastante contemporánea. Un variado y ameno cóctel de referencias y estilos, que hacen de “Polar” un trabajo que despierta interés en su escucha, una canción tras otra; pues cuando acaba una te encuentras expectante ante con que te va a sorprender la siguiente, y así es: la sorpresa se va sucediendo tema a tema, todos diferentes, cada uno una nueva aventura sonora para los sentidos del oyente, empezando por “Indoctrinate”, tema que abre el disco y nos ofrece un buen arranque sonoro, para seguir con, por ejemplo, “Rhumba Bear”, una muestra, en clave de funk vacilón, significativa del estilo y el lenguaje musical de Mugga, o también en clave funk:  “Interstellar Sex Drive”, quizá uno de los mejores temas del disco junto con “Rumaregnum”. También hay que destacar otras como “Midnight”, “The Married”, el instrumental “The Monster” y los doce minutos del penúltimo corte “Claws Of Clay”, la más larga de todas, con sus desarrollos progresivos y su aire experimental, en donde destacan los teclados, y que es seguida para finalizar por “North Impaired”, breve epílogo instrumental que remata un trabajo musical sobresaliente e interesante, cuya escucha no puede dejar a nadie indiferente.