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domingo, noviembre 10, 2013

GARAJE JACK CUESTION DE SENTIMIENTO SALA PENELOPE (MADRID) 25 - 10 - 13














    Es curioso como a veces los sentimientos pueden ser tan dispares y a la vez tan cercanos. Según una de las acepciones del Diccionario de la Real Academia Española el sentimiento es un estado afectivo del ánimo producido por causas que lo impresionan vivamente, y conseguir tal efecto está al alcance de muy pocos. Garaje Jack es, tal vez, uno de ellos.
    
 A estas alturas intentar describir un concierto de Garaje Jack no es una tarea sencilla, porque cuando crees que ya lo has visto todo, la formación madrileña vuelve a despertarnos ese sentimiento que mencionábamos antes, de nuevo consiguen impresionarnos vivamente, quizás, en parte, porque a ellos su público fiel les provoca el mismo efecto. Ese ritual que se produce entre la banda y sus seguidores hace que sus conciertos sean especiales y mágicos, dando igual si actúan en grandes y medianos recintos o bajo la intimidad de una pequeña sala. Ellos sobre un escenario son grandes y su gente los hace aún más grandes.
   
 Algo así volvimos a sentir el pasado viernes 25 en la Sala Penélope, de nuevo pudimos presenciar la magia que Garaje Jack desprende desde un escenario. Presentaban su flamante nuevo trabajo “Mañana es hoy”, un disco que nos muestra la evolución del cuarteto en todos estos años, con una sección rítmica cada vez más compenetrada y que en esta última entrega han cuidado al detalle, algo que se hace todavía más patente en sus directos, con un Oscar que continua mostrando la parte más canalla de la banda mientras que Laura, con su voz, nos transporta y nos hace sentir cada una de las canciones que interpretan.
    
Resulta sorprendente como ganan en fuerza los temas que forman parte del disco cuando los interpretan en directo, en gran medida por la capacidad de la banda por imprimir en cada una de sus actuaciones la esencia necesaria para que todos los presentes nos creamos lo que vemos: rock de verdad, sin artificios, sin trucos ni espectaculares juegos de luces, solo rock y sentimiento, algo que en estos días es muy de agradecer.
    
Durante casi dos horas pudimos disfrutar de todo eso. Un nuevo capítulo en la vida de Garaje Jack, su mañana ha llegado hoy, y esa noche todos los que allí estábamos nos sentimos igual.
    
Tal vez todo se pueda resumir con la letra de una de sus canciones:
    
“Prefiero hundirme a quedarme a medias
   No voy a ahogarme sin antes pelear
   Prefiero naufragar y que se vaya a pique mi vida
   Pero me llevo el sabor a sal”

   Y nosotros aquella noche nos llevamos también el sabor a sal.